jueves, 2 de febrero de 2012

Misiones a la Luna - Apollo 17

Apollo 17


El Apolo 17 fue enviado al espacio el 7 de diciembre de 1972 por un cohete Saturno V, desde la plataforma 39A del complejo de Cabo Kennedy, en Florida (EE. UU.).

Oficialmente se conoció como AS-512 y fue el encargado de enviar a los últimos astronautas hacia la Luna. Fue la sexta y última misión de alunizaje, que se desarrolló sin grandes incidentes, salvo el retraso en el despegue en 2 horas y 40 minutos (cuando la cuenta atrás alcanzaba T-30 segundos) debido a un fallo en el control de presurización de la tercera fase. Fue el primer vuelo tripulado estadounidense que despegó de noche.
La tripulación del Apolo 17 estaba compuesta por el comandante y veterano de la misión Gemini 9 y Apolo 10 Eugene A. Cernan, el piloto del módulo lunar y geólogo Harrison H. Schmitt llamado Jack y el piloto del módulo de mando Ronald E. Evans.

La denominación de las naves, privilegio del comandante, fue Challenger para el módulo lunar y America para el módulo de mando.


El comandante Gene Cernan fue el último ser humano que pisó la superficie de la Luna en los Montes Taurus, junto al Cráter Littrow, en la frontera entre el Mare Tranquillitatis y el Mare Serenitatis.

El módulo de descenso “Challenger” alunizó a 21,2ºN 30,6ºE (zona de Taurus Littrow) llevando como tripulantes a Eugene A. Cernan y Harrison H. Schmitt.

Este último había propuesto antes de la misión aterrizar en la cara oculta, en el cráter Tsiolkovski, pero su idea fue rechazada por la NASA por su peligrosidad.





Durante la permanencia en suelo lunar, realizaron tres EVAs a pie y con el rover lunar LRV de 7 horas cada uno (35 kilómetros en total), en los cuales recogieron 110 kg de muestras de rocas lunares y dejaron instalado un ALSEP con los siguientes instrumentos: un gravímetro de superficie para analizar la atracción que el Sol y la Tierra ejercen sobre nuestro satélite, un aparato medidor de masa, velocidad y frecuencia de caída de meteoritos y erosión del material eyectado por el impacto, un aparato para determinar el perfil sísmico a base de cargas explosivas, así como un medidor de la composición atmosférica lunar próxima a la superficie.
También, y sin formar parte del ALSEP, se instaló un aparato para investigar la existencia de capas de agua bajo la superficie lunar, un gravímetro móvil instalado sobre el LRV y un aparato de sondeo de neutrones para medir el ritmo de captura de neutrones secundarios de baja energía de rayos cósmicos en relación con la profundidad del suelo lunar.

El S.I.M. (Scientific Instrument Module o Compartimento de Instrumentos situado en el Módulo de Servicio) transportaba una sonda lunar que mediante un radar de baja frecuencia determinó hasta unos 1300 metros de profundidad la naturaleza de las rocas lunares y las estructuras debajo de los mares y grietas, un espectrómetro de rayos ultravioleta a distancia para determinar la presencia de gases y su distribución y permanencia en zonas próximas a la Luna, así como un radiómetro de rayos infrarrojos de exploración que proporcionó un mapa térmico de la Luna.

Ronald B. Evans permaneció en órbita lunar en el módulo de mando “America” durante un período de 147 horas y 48 minutos hasta que regresaron sus compañeros en el módulo de ascenso.




Esta misión batió varios récords: permanencia más prolongada en la Luna con un total de casi 75 horas; período más largo en la superficie lunar sin interrupción (7 horas y 37 minutos), así como máximo tiempo de exploración con 22 horas y 5 minutos.



Amerizaron con éxito en el Océano Pacífico el 19 de diciembre de 1972, tras un vuelo de 301 horas, 51 minutos y 59 segundos y coincidiendo su regreso con el sesenta y nueve aniversario del primer vuelo de los hermanos Wright en un aeroplano con motor.

Con este vuelo finalizó el proyecto Apolo (que logró situar a 12 hombres en la Luna de un total de 27 que lograron orbitarla).

Se consiguió la misión inicial de trasladar a un ser humano a nuestro satélite antes que la URSS; se demostró la posibilidad no demasiado lejana de establecer bases lunares permanentes en la corteza lunar, rica en minerales; y se instalaron complejos instrumentales de estudio, algunos de cuyos aparatos aún prestan un gran servicio a los selenógrafos actuales.

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